La mayor protección que existe en la legislación española a la hora de designar y proteger nuestro patrimonio cultural es la figura de Bien de Interés Cultural (BIC). La Comunidad de Madrid en su Decreto 52/2006 de 15 de Junio declaró Bien De Interés Cultural, en la categoría de Territorio Histórico, el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial constituido por el ámbito delimitado por la Cerca Histórica de Felipe II. Cuando un edificio o espacio es declarado BIC, éste pasa a ser “dominio público”. Esto significa que aunque un particular puede ser propietario de un BIC, la administración pública protegerá el valor artístico, histórico y espiritual del bien.
Es importante resaltar que esta declaración de BIC no se refiere, exclusivamente, al conjunto del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y las Casitas Reales, perteneciente y gestionado por Patrimonio Nacional. Un conjunto arquitectónico de sobra conocido por todos y que fue una de los primeras declaraciones en España, junto con la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba, de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1984.
El Decreto 52/2006 explica de forma detallada el ámbito territorial de aplicación del mismo, las razones históricas y paisajísticas que hacen necesaria su protección y se establecen una serie de medidas, algunas concretas y otras más genéricas, para la protección y conservación del entorno escurialense dentro de la Cerca Histórica de Felipe II. Para el que quiera profundizar en lo que significa este territorio histórico, su formación, etapas, aspectos técnicos, deterioro y situación actual, sin duda la mejor referencia es el libro de Gregorio Sánchez Meco y Vicente Rosado “La Cerca Histórica de los bosques del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial” publicado en 2007.
Estamos hablando de un territorio de 10.000 hectáreas delimitado por una cerca de “piedra seca” que originalmente tenia 55 kilómetros lineales. El estado de conservación de la cerca es muy desigual, se puede considerar destruida en un 50% pero en sorprendente buen estado de conservación en aquellas zonas más fuera de la vista y de la mano del hombre. Pero la importancia de la cerca no radica solo en el imponente muro de piedra seca que hoy podemos recorrer en algunos tramos, sino en un valiosísimo ecosistema y paisaje con unas imponentes masas vegetales constituidos por dehesas de fresnos y encinas, castañares y bosques más conocidos como el de la Herrería o los pinares de Abantos y el Valle de Cuelgamuros. También incluye importantes fincas y edificios históricos como La Granjilla, Campillo y Monesterio. Todo este territorio histórico es el producto de un proceso de compras de fincas efectuado por Felipe II, al mismo tiempo que edificaba el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Un espacio originalmente cercado para el esparcimiento y recreo de monjes, la caza y recreo de reyes, ha mantenido a lo largo de los siglos una unidad paisajística y medioambiental, a pesar de los avatares de la historia y la depredación urbanística desde los años sesenta.
El Escorial, como quiso Felipe II y también lo quisieron los Borbones, es arquitectura y paisaje. El expolio del entorno escurialense es evidente para cualquiera que se acerque al Escorial de arriba (San Lorenzo) y de abajo (El Escorial). Un urbanismo demencial y mediocre se ha mofado de la obra culmen de la arquitectura española y no ha sabido acompañarla con dignidad, como sí lo hizo Carlos III con su Real Sitio o incluso los primeros veraneantes madrileños con sus colonias a principios del siglo XX. Este urbanismo ha mutilado también parte importante del maravilloso paisaje que rodeaba al monasterio, un sitio para ver y ser visto.
Muchos de los que vivimos en este entorno mágico a escasos 50 kms de Madrid capital, nos alegramos y celebramos en su día la decisión política impulsada por el Decreto 52/2006 y la declaración de BIC del ámbito geográfico delimitado por la Cerca. Pensábamos que se podía abrir un período largo para, en palabras de Gregorio Sánchez Meco, “recuperar, conservar y transmitir, aquellos valores que generaciones y generaciones de antepasados, supieron construir en un marco natural”.
La realidad, quince años después, es que los dos ayuntamiento que componen la mayor parte del territorio histórico, San Lorenzo de El Escorial y El Escorial, no han redactado un Plan Especial de Protección supramunicipal como aconsejaba el decreto. Sólo San Lorenzo y con la llegada de una nueva administración en 2015, tramita los expedientes urbanísticos con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Dos proyectos urbanísticos como el polígono empresarial SAU2 o el ensanche de El Escorial han talado dos imponentes dehesas pero siguen sin llevarse a cabo. Se está reactivando un proyecto, de la propia Comunidad de Madrid, de una nueva variante de la M-600 en El Escorial que supondría la tala de mas de 1200 árboles y el destrozo de valiosos prados y dehesas aparte de ser totalmente innecesaria.
No aprendemos nada, no sabemos nada. El decreto que declara el BIC dice del territorio histórico “…constituye sin duda uno de los conjuntos más complejos y ricos en patrimonio del estado español. La asociación entre los valores históricos, culturales, paisajísticos y artísticos existentes en el Real Sitio, confinado por el muro de la Cerca, de la época de la fundación del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, con un límite territorial establecido sobre bases históricas y jurídicas bien precisas, constituye un territorio que adquiere sus dimensiones en momentos históricos precisos, estableciendo una unidad funcional y una profunda coherencia territorial”.
Necesitamos que la Comunidad de Madrid tome todas las medidas necesarias para cumplir con su deber de proteger el BIC de su decreto de 2006. Tiene una oportunidad única de liderar el proceso para que el territorio de la Cerca se proteja de forma efectiva, se regenere y poder presentar una candidatura a Paisaje Cultural de la Humanidad que es la extensión natural a la denominación de Patrimonio Mundial que hoy ostenta el Monasterio y las Casitas Reales. No hay que irse muy lejos para ver el éxito de este modelo: Sintra en Portugal es un ejemplo de cómo la colaboración entre administraciones y la denominación de Paisaje Cultural de la Humanidad, ha protegido y regenerado un amplio ecosistema y patrimonio artístico, generando además una importantísima actividad económica que en 2019 generó ingresos para la entidad gestora de 36 millones de euros y 3,6 millones de visitantes. La entidad gestora del Paisaje Cultural de Sintra genera beneficios y no recibe ningún tipo de ayuda o subvención pública. La gestión es privada si bien las distintas administraciones están representadas en el consejo de administración. Los beneficios se reinvierten en mejorar y proteger los espacios naturales y artísticos del Paisaje Cultural de Sintra.
¿Sería mucho pedir que la Comunidad de Madrid, Patrimonio Nacional, el Ministerio de Cultura y los ayuntamiento de los “dos Escoriales” se unan para proteger, regenerar y relanzar el Territorio Histórico de la Cerca de Felipe II a través de una estrategia a largo plazo que perdure en el tiempo y transcienda la política? Les debe unir la defensa del expolio del patrimonio histórico madrileño, español y mundial. Es ahora o nunca. El tiempo y la desidia de las administraciones públicas corre implacablemente en contra de nuestro patrimonio histórico, en este caso un patrimonio con un significado y una importancia única en la historia de España.
Tiene una relevancia muy importante que asociaciones, sin ánimo de lucro como ADIPROPE, se posicionen y ayuden a la protección, ampliación y conservación de nuestro PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL.
Álvaro Martínez
Defensor del Entorno Escurialense
Muy apropiado, precisamente cuando la Comunidad de Madrid está retomando un proyecto de variante de la M-600, totalmente innecesaria, y que implicaría un daño irreparable al entorno del BIC de la Cerca y al medio ambiente.
Pues sí. Mientras tanto han decidido poner un bosque de farolas también totalmente innecesario que daña el paisaje y producirá una contaminación lumínica muy importante en una zona donde la luz artificial es, Gracias a Dios, todavía escasa.
Es todo un sin sentido donde ni la CAM ni los ayuntamientos están a la altura de un Territorio Histórico clave en el renacimiento Europeo y la historia de España
Totalmente de acuerdo con el artículo. Hay que poner en valor la riqueza medioambiental y cultural del municipio de San Lorenzo de El Escorial. El ejemplo que tenemos de Sintra (Portugal) es un referente de la actuación que las autoridades competentes tienen que realizar. Hay que proteger y promocionar los valores naturales y culturales que atesora la Comunidad de Madrid. Este siglo XXI, tiene que ser un modelo y prototipo de planificación medioambiental y creación de puestos de trabajo relacionados con la sostenibilidad, hay que dejar y arrinconar los procesos de desarrollo urbanístico, al menos en estos espacios.
No se puede entender la construcción del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial sin entender y comprender su PAISAJE CULTURAL.
Enhorabuena por el artículo.