Hace pocos días, leíamos en uno de los principales medios de salud, la importancia de la dieta mediterranea, y como la presencia de una huella metabolómica ayudará a predecir en gran medida la posibilidad de que un individuo desarrollara con el paso del tiempo un infarto de miocardio o un ictus.
Dentro de pocos meses se cumplirá el décimo aniversario de la declaración de la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad durante la quinta reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco celebrada en Nairobi (Kenia) para la salvaguardia de esta herencia, y fue presentada conjuntamente por España, Grecia, Italia y Marruecos.