Scroll Top

Tras las huellas de la lengua castellana

Por Constanza Carmona, Historiadora del Arte

Los graves, tristes y preocupantes momentos que estamos viviendo en el mundo, y particularmente en nuestra querida España, nos obligan a suspender los actos que ADIPROPE tenían programados para los próximos días. El 31 de marzo teníamos previsto el HOMENAJE UNIVERSAL AL IDIOMA ESPAÑOL en el Club siglo XXI. Evidentemente no se celebrará. Por éste motivo, en ADIPROPE hemos pensado dedicar unas líneas al lugar donde encontramos «la más antigua aparición escrita (por ahora) de algo que no es latín y parece castellano», ante “el primer ejemplo histórico de nuestra lengua» (E. Alarcos, 1982, pp. 10 y 17), verdadero patrimonio de la humanidad, hablado por 500 millones de personas.

Los Monasterios de Suso y Yuso de San Millán de la Cogolla fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 4 de diciembre de 1997, por razones históricas, artísticas, religiosas, lingüísticas y literarias. Ubicados al pie de la preciosa Sierra de la Demanda en el municipio de San Millán de la Cogolla, que toma su nombre del santo Millán (evolución al castellano del nombre en latín Æmilianus). En aquel lugar escondido, el ermitaño Millán iniciaría una comunidad monástica en el siglo VI que con el tiempo se convertirá en uno de las más importantes de la Península Ibérica. Allí falleció y fue enterrado con 101 años. Fue sepultado en el suelo de la cueva donde se había recluido y bien pronto se convirtió en lugar de peregrinación y oración.

Ya en una bula de 1199 concediendo privilegios al monasterio, aparece nombrado como Coculla “cerrillo, cima de monte”.

Pues bien, lo trascendental de éste lugar ocurre hace aproximadamente mil años, en el Scriptorium del remoto monasterio riojano de San Millán, cuando un anónimo monje va añadiendo notas al margen de un códice latino para aclarar los significados y aclarar la gramática. Esas notas, las Glosas Emilianenses, escritas en la lengua romance hablada por el pueblo: son las primeras palabras escritas conservadas en lengua castellana de la historia.

Glosas-emilianenses
Glosas-emilianenses-2

Siglos más tarde, también aquí firmará sus versos Gonzalo de Berceo, el primer poeta castellano de nombre conocido.

imagen1
monasterio

Vayamos a la historia. Tal fue la importancia del lugar sagrado que hasta allí peregrinaban condes y reyes castellanos para encomendar sus batallas contra los musulmanes. ¡Incluso fue San Millán declarado patrón de Castilla! Permitidme que me extienda algo más. Fue en el siglo X, en tiempos de García Sánchez I de Navarra y el conde Fernán González de Castilla, cuando tuvo lugar la batalla de Simancas (939) contra Abd al-Rahman III. Cuenta la tradición que San Millán se apareció en mitad del combate en defensa de los cristianos y provocando una estrepitosa derrota del ejército enemigo. Por aquel hecho milagroso, fue hecho patrono de castellanos y navarros, comprometiéndose a pagar los llamados “Votos de San Millán”. Fernán González favorecerá enormemente al monasterio de San Millán con privilegios y donaciones. Incluso tras la unificación de los reinos de León y Castilla, éstos continuaron reclamando a San Millán como su patrono y por lo mismo copatrón de España junto a Santiago, ¡patronazgo que se mantuvo en los misales hasta la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II!

La cruz de San Millán está tomada de la excepcional estatua yacente del santo, románica del siglo XII. Representa simbólicamente el camino a recorrer en la vida un cristiano para llegar a la vida eterna. Los brazos, recorridos por hojas de ortiga, indican el camino hacia Dios, doloroso como la picadura de ortiga (cuya infusión de tomaba en la Antigüedad para purificar la sangre). Llegamos a la hoja de tres puntas que simboliza la Trinidad. Tras esta experiencia de Dios se llega al centro de la cruz, la flor de ocho pétalos, las ocho bienaventuranzas, la santidad. Y en el centro un punto, la unidad con Dios.

Tras las huellas de la lengua castellana 1
Tras las huellas de la lengua castellana 2
Tras las huellas de la lengua castellana 3

El monasterio está hoy ocupado por frailes de la Orden de Agustinos Recoletos. Pero no siempre ha sido así. Desde su fundación en el siglo VI hasta nuestros días se han dado distintos tipos de vida monástica: eremitas, cenobio, monasterio visigodo dúplice con regla hispánica, monasterio mozárabe, monasterio benedictino… Distinguimos dos edificios difeerentes. El más antiguo, en la parte alta de la montaña, llamado San Millán de Suso (en castellano antiguo, suso quiere decir arriba) y San Millán de Yuso (abajo).

Emociona visitar SAN MILLAN DE SUSO y se entiende que aquel eremita eligiera éste agreste y recóndito lugar para apartarse del mundo y dedicar su vida a la oración. La voz del silencio sobrecoge. Fue a principios del VI cuando el anacoreta Aemilianus (Millán) y algunos otros eremitas excavan cuevas aprovechando las oquedades del terreno y las destinan a habitaciones y a oratorio constituyen lo que podemos calificar de primera comunidad.

Tras las huellas de la lengua castellana 4
Tras las huellas de la lengua castellana 5

En la primera mitad del siglo x y partiendo del cenobio visigodo se construye el monasterio mozárabe, consagrándose en 954 por García Sánchez I- primer monarca instalado en Nájera- del que se conserva gran parte de la estructura. A esta etapa corresponde la galería de entrada y la nave principal de la iglesia, construida con bóvedas de estilo califal y arcos de herradura. En el año 1002, Almanzor incendió este monasterio, desapareciendo la decoración pictórica y estucos mozárabe.

En 1030, Sancho III el Mayor, con motivo de la santificación de san Millán, restaura y amplía el monasterio por el oeste añadiéndose dos arcos más de medio punto a los existentes de herradura y se cambia la situación del altar, que se orienta al este. Por último, en los siglos XI y XII se realizan otras ampliaciones con muros y arcos de medio punto ante las primitivas cuevas del eremitorio.

Tras las huellas de la lengua castellana 6
Tras las huellas de la lengua castellana 7

Antes de seguir adelante hay cosas importantes que merece la pena contemplar:

-El excepcional suelo del claustro o atrio, está realizado con cantos rodados grises y ladrillos rojos formando rosetas y esvásticas. Se conoce este suelo como alfombra del portalejo, un bellísimo trabajo mozárabe de principios del siglo XI ya mencionado por Gonzalo de Berceo en la Vida de Santa Oria.

Tras las huellas de la lengua castellana 8

– Las tumbas de los legendarios siete infantes de Lara, héroes de la Castilla de finales del siglo X en plena lucha contra Almanzor, y en el medio su preceptor, Nuño Salido. También en este atrio se encuentran las tumbas de Toda, Ximena y Elvira, reinas de Navarra.

La iglesia, a la que se accede por arco de herradura, es de tipo basilical, doble nave y trazado irregular. Su estructura es compleja al ser el resultado de diversas ampliaciones a lo largo de los siglos. Está formada a los pies por dos tramos de construcción románica (siglo XI) -que corresponde a la ampliación de Sancho III el Mayor- a los que sigue el cuerpo mozárabe del siglo X, formado por tres tramos. Las dos naves gemelas están separadas por tres arcos de herradura; y la nave de la cabecera se corresponde con la construcción visigoda.

Monasterio_de_San_Millan_de_Suso._Interior_de_la_iglesia
San_Millan_de_la_Cogolla-Monasterio_de_Suso-4
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Desde el interior de la iglesia se accede a las cuevas excavadas en la propia roca. En el Oratorio de San Millán, encontramos el valioso cenotafio románico de San Millán. Es probablemente la parte más antigua y posiblemente la celda del santo.

En cuanto al Monasterio de San Millán de Yuso, fue mandado construir en el año 1053 por el rey navarro García Sánchez III de Navarra «el de Nájera». Era aquel de estilo románico, como correspondía a la época. Pero fue demolido en su totalidad y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano, y ampliado durante los siglos XVII y XVIII. Custodiado desde el principio por una comunidad de monjes benedictinos hasta que por decreto de José Bonaparte son expulsados por primera vez. Aunque regresan en 1813, nuevamente tendrán que abandonarlo durante el Trienio Liberal (1820-1823), volviendo después hasta que la desamortización de Mendizábal les obliga a abandonar definitivamente la que, durante siglos, había sido su casa. El monasterio quedó vacío durante más de 30 años, con el consiguiente deterioro. Desde 1878 los Agustinos Recoletos custodian sus joyas artísticas y oran en sus claustros, refectorio, iglesia, sacristía…

El Salón de la Lengua es quizá el lugar más emblemático del monasterio. Está decorado con todos los escudos y banderas de los países hispanos y de Filipinas. El conjunto de archivo y biblioteca, heredera del antiguo Escritorio de San Millán, está considerado entre los mejores de la España monasterial. Algo que merece ser valorado ya que tras la Desamortización de Mendizábal quedo prácticamente vacía. Fueron los monjes Agustinos Recoletos quienes logran recuperar casi el 80% que se encontraba disperso. El portal de internet de la Fundación San Millán de la Cogolla permite acceder al fondo documental de la biblioteca. El proceso de digitalización de los documentos comenzó en 2001, y ha continuado hasta alcanzar más de 72.000 páginas de 212 volúmenes de gran valor: códices, cantorales, etc.

san-millan-de-cogolla
coro-monasterio-yuso
Yuso-Biblioteca
Salon-de-la-lengua-monasterio-yuso
Arqueta_de_San_Millan-Yuso
Beato de San Millán

Dejar un comentario